¿De qué hablamos cuando hablamos de...?

 

Ya sabemos que actualmente la discapacidad no es entendida como algo inherente a la persona, como un rasgo absoluto, sino que es producto de una interacción de las características de la persona y las del entorno o contexto. Por tanto, no existe una única discapacidad intelectual, no existe un molde que se cumpla en todas las personas con DI. Sin embargo, manuales diagnósticos como el DSM5 establecen una serie de características definitorias que es importante que conozcamos, si bien como docentes debemos siempre realizar un análisis mucho más específico para conocer en profundidad cuáles son las necesidades específicas que presenta el alumnado. 










La discapacidad intelectual se caracteriza por limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como en la conducta adaptativa. Esta discapacidad se origina antes de los 18 años (Schalock y cols.) Pero existen según estos autores, otras áreas o dimensiones a tener en cuenta para establecer los mejores apoyos posibles que sirvan para mejorar el funcionamiento de la persona, como la participación, la salud y el contexto, conformando un modelo de interacción dinámica del funcionamiento de la persona de acuerdo con estas cinco dimensiones. 

El DSM-5 clasifica la discapacidad intelectual en cuatro niveles, en función de la conducta adaptativa. En cada uno de estos niveles se analiza el dominio conceptual, el dominio social y el domino práctico.

La categorización clásica, basada en la puntuación de CI ha sido sustituida por una clasificación multidimensional en la que es más el funcionamiento adaptativo que la capacidad intelectual lo que determina el nivel de apoyos requeridos.

El aprendizaje será siempre el resultado de la interacción entre las características del alumnado y las oportunidades que el entorno escolar le proporciona. Como docentes, realizaremos un análisis de las posibles barreras que pueden limitar el acceso, el aprendizaje, la pertenencia y la participación de este alumnado y propondremos intervenciones y estrategias metodológicas que puedan eliminarlas o atenuarlas. Si quieres saber cómo hacerlo desde una verdadera perspectiva inclusiva, puedes contactar con nosotros y comenzar tu preparación: maestrosdeescuela1@gmail.com